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Reir por no llorar? Reir y llorar?Reir por reir? Reir para decir? Reir para callar? Una Risa dice mmas que mil palabras, porque detras de todo gran chiste hay una gran verdad.
A modo de introduccion
Iniciamos el trabajo práctico que tendrá como eje principal a la censura vista desde otro ángulo y no desde el lugar común en el cual suele identificársela como un mero mecanismo de reivindicación al periodista.
Tomamos como punto de partida al texto de Juan Waldemar Wally, Generación Argentina de 1840, Grandeza y frustración. En él, el autor describe a una parte de los nacidos entre 1888 y 1902 como la fuente de mayores riquezas individuales de la historia argentina. Estas diferentes personalidades (políticos, artistas, escritores, pensadores) vivieron en una época de revalorización de las raíces culturales, transformación económica profunda y tenían como valor máximo a la justicia social. No obstante, la “generación de oro” no llegó a completar su ciclo histórico, su obra ha quedado trunca, según Wally, por los grandes sucesos ocurridos entre los años 1954 y 1955 que han marcado el quiebre de ésta por casi tres décadas.
Y justamente pasadas esas tres décadas es el período que tomaremos para analizar y comparar la labor realizada por la generación citada anteriormente y la de los nacidos entre 1878 hasta nuestros días.
Entre el gran abanico de áreas de actividades que ejercieron estas personas pondremos el foco en los artistas que expresaron su obra a través del humor gráfico ayer y hoy.
Recopilamos una serie de textos, videos y otros materiales alrededor de los cuales volcaremos nuestra opinión y conocimiento.
Tomamos como punto de partida al texto de Juan Waldemar Wally, Generación Argentina de 1840, Grandeza y frustración. En él, el autor describe a una parte de los nacidos entre 1888 y 1902 como la fuente de mayores riquezas individuales de la historia argentina. Estas diferentes personalidades (políticos, artistas, escritores, pensadores) vivieron en una época de revalorización de las raíces culturales, transformación económica profunda y tenían como valor máximo a la justicia social. No obstante, la “generación de oro” no llegó a completar su ciclo histórico, su obra ha quedado trunca, según Wally, por los grandes sucesos ocurridos entre los años 1954 y 1955 que han marcado el quiebre de ésta por casi tres décadas.
Y justamente pasadas esas tres décadas es el período que tomaremos para analizar y comparar la labor realizada por la generación citada anteriormente y la de los nacidos entre 1878 hasta nuestros días.
Entre el gran abanico de áreas de actividades que ejercieron estas personas pondremos el foco en los artistas que expresaron su obra a través del humor gráfico ayer y hoy.
Recopilamos una serie de textos, videos y otros materiales alrededor de los cuales volcaremos nuestra opinión y conocimiento.
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- Argiz, Agustina Fernanda; Solis, Patricia; Carrizo Roa, Laura S; Rodriguez, Lorena Mercedes. Comision:14
Conclusiones
Por Patricia
Este trabajo muestra claramente la evolución del humor gráfico hasta el momento actual. Destacando a los nuevos artistas que forman parte de la cultura argentina que hoy en día influyen en la sociedad, como lo hizo la generación décima que destaca Wally en su libro. Si bien hay algunas diferencias con esta generación, porque actualmente las historietas o series animadas son influenciadas por ideologías o personajes internacionales y también destacan otro tipos de valores que no son los patrióticos o martinfierristas como lo hacía la generación décima. Mediante una introducción y una breve genealogía del humor gráfico argentino intentamos brindar los aspectos importantes para comprender dicha evolución. La entrevista y las notas periodísticas a los nuevos artistas de la generación actual nos muestran la ideología y los diferentes estilos de hacer humor gráfico que utilizan para desarrollar este producto cultural. Las recomendaciones para visitar algunos sitios de Internet, para ver videos o para visitar una exhibición forman parte de este blog para adueñarnos de su interés por el tema y conozca a los verdaderos artistas que actualmente no se los tienen en cuenta o no son reconocidos como realmente lo merecen. Elegimos este tema porque consideramos que se relaciona con la censura. El humor gráfico paso por etapas de censura que se lo denomino mano negra. En épocas de dictadura hubo muchas revistas de humor gráfico que desaparecieron y consideramos este factor junto con otros (como la tecnología)como el causante de la evolución del humor gráfico que lo ha llevado a dejar las revistas y a formar parte de series animadas, cortos o largometrajes. Sin lugar a dudas esto demuestra que el humor gráfico no ha dejado de existir sino que se ha mudado a otros medios de comunicación para adueñarse de las masas existentes.
Por Agustina
La censura, que tradicionalmente consistía en mecanismos más evidentes ha tomado formas más sutiles, vinculadas con condicionamientos financieros o de otro tipo. Hoy no tenemos libros ni personas prohibidas, no obstante, algunas veces las imágenes (o enunciados) que satirizan, ridiculizan. O realizan una crítica a distintas situaciones que podrían denominarse polémicas son denunciadas en los mismos medios o repudiadas en los discursos, incluso pueden acusar daño moral, y efectuar juicios por calumnias e injurias.
Pero el humor es un caso curioso ya que es una forma de entretenimiento y de comunicación humana, que tiene la intención de hacer que la gente no se sienta infeliz y ría así como también, constituye en un acto de purificación que permitiría evacuar la violencia, la frustración y el sufrimiento, como Freud a expuesto, es una de las mas evidentes manifestaciones del subconsciente, todo chiste tiene su parte broma y su parte verdad. Y es por ello que es un tema tan interesante. Su censura es complicada porque se puede argüir que es un chiste, pero como hemos dicho, deja aflorar ciertas miserias y heridas, y en un país como el nuestro, azotado por incontables crisis, esto se puede ver claramente, es por ello también que poseemos grandes humoristas. Y esto queda muy claro en nuestro trabajo. Jóvenes y no tan jóvenes han puesto a la vista y criticado tanto a la sociedad como a la política y aunque a veces nos vemos reflejados y nos sentimos un poco heridos, echamos una sonrisa. Aún así, esto no le alcanza a todos y los organismos oficiales, de una forma muy tenue, buscan eliminar esta forma de expresión.
La expansión de medios como Internet y la Televisión, han desplazado en cierta forma el humor gráfico. Pero esté ha logrado adaptarse, infiltrarse. Lo hace por medio de la animación, las páginas de Internet y los blogs. Y lo mismo ha ocurrido con el correr del tiempo con el Estado. Éste ha ido sofisticando el mecanismo de censura, y a medida que esto ocurre, tenemos que hacer más sofisticadas nuestras formas de prevención y defensa de esa censura.
Creemos que este trabajo no puede quedar acá. Todavía hay mucho más por ver y aprender.
Por Laura.
A modo de conclusión, tras haber analizado los diferentes archivos añadidos al blog, nos obligamos a abordar el marco histórico previo al surgimiento del humor gráfico en historieta argentino, en el cual se ha lucido la generación del ´40 y ´50, ésa misma de la que habla Wally en su texto. Este enfoque nos permitirá, quizás, entender algunas razones del por qué aquellas personas nacidas entre 1889 y 1902 encontraron una luz en el camino que permitió que brillaran o tuvieran más trascendencia que nuestros contemporáneos.
Hacia 1880 en Argentina comenzaba una transformación que tenía como objetivo la modernización del país llevada a cabo por la primera presidencia del general Roca. Ésta tuvo en cuenta para su proyecto el desarrollo urbano, la consolidación de la clase media, la alfabetización, la inmigración y el avance de una incipiente industria cultural. Se buscaba por aquellos años una “identidad nacional” que pareció haberse encontrado en el campo de los intelectuales argentinos. Hacia el “Centenario” la figura del inmigrante empezaba a valorarse negativamente para este proyecto a diferencia de años anteriores en los que se los veía como solución para poblar el desierto y cortar con la barbarie y el caudillismo rural, dentro de una clara estrategia por construir a la sociedad civil “desde arriba”.
Debido al buen resultado que tuvo el proyecto de alfabetización, muy pronto la lectura comenzó a hacerse más frecuente entre los habitantes de nuestro territorio. Esto trajo aparejado el crecimiento en el consumo de libros, diarios y revistas. En consecuencia, estos medios experimentaron una importante evolución y desarrollo tanto en su formato como contenido. Además los escritores que hasta ese momento no podían dedicarse con exclusividad al oficio, ya que no les redituaba lo suficiente y lo hacían como “pasatiempo”, comenzaron a abrirse camino hacia una “profesionalización” de su actividad.
Dentro de este contexto crecieron las gentes de la generación del ´40, inmersas dentro de una riqueza literaria y cultural a la que quizás las generaciones del futuro no hayan tenido la posibilidad de acceder debido a que la explosión que dio inicio a todo esto, en algún momento y por diversas razones, se apaciguó.
La historieta, en Argentina, fue el resultado justamente del avance en la “forma de contar” de los medios de comunicación de ése entonces. Se buscaba llegar a un público masivo (inexistente en tiempos anteriores) adecuando los gustos y preferencias del lector a través de diversas innovaciones. “Caras y Caretas” fue una de las primeras revistas en incorporar a la “historieta”, convocando a los mejores dibujantes del momento, y muchas otras siguieron con esta fórmula novedosa convocando a escritores que muchas veces pertenecían a los niveles más prestigiosos de la literatura que se relacionaban con el mundo del periodismo y los medios masivos.
Los dibujantes del ´40 se encontraron de esta manera con un gran mercado donde introducir sus obras. Adultos y niños volcaban gran parte de su tiempo libre a la lectura de revistas que por ese tiempo eran el único medio en el cual se podían ver reflejados. Esto favorece a que todo tipo de revistas reclute a traductores, guionistas y adaptadores tanto entre los ambientes más sofisticados así como también a una franja de escritores que se lanzan al mercado con expectativas y modelos mucho menos convencionales y prejuiciosos que los que se habían establecido hasta el momento. Es decir, los creadores de la “literatura dibujada” encuentran espacios de sobra para expresar su arte.
Sumado a ésto, Argentina durante la década del ’40 experimenta un crecimiento significativo en su industria cultural producto de la decadencia que sufre la editorial española devastada por la guerra civil. Entonces la historieta nacional no sólo es consumida dentro del territorio sino también que excede sus fronteras siendo consumida y convirtiéndose en líder absoluta del mercado latinoamericano. Por primera vez, su comercialización produce divisas y es tomada como un producto importante de exportación.
Sin embargo, a pesar de haber sobrevivido a las censuras que todo gobierno de facto trae aparejado (1930), toda aquella “época de oro” comienza a decaer como consecuencia de una recuperación del mercado español y el surgimiento de, hasta ése entonces, una incipiente editorial mexicana. Todo esto ocurre a final de la década del ’40 donde empieza a revertirse uno de los grandes tiempos de la historieta, perdiendo en forma paulatina pero firme lo que se había logrado cosechar.
Lo interno tampoco colaboró sino que ayudó a una pronta asfixia de la editorial argentina, hubo aumento en los costos editoriales, falta de materia prima, falta de divisas para pagar derechos de autor y serios inconvenientes derivados de los regímenes de exportación vigentes que dificultaron el establecimiento de depósitos externos y para reexportar mercadería.
En el ámbito social la gente comenzó a incorporar a sus vidas otros modos de esparcimiento que a medida que pasó el tiempo fueron haciéndose más constantes y desplazaron a los “viejos modos” casi inevitablemente. Los nuevos gustos por los productos culturales que iban surgiendo dieron lugar a que el foco cambie de ángulo, entrando la historieta en un espacio cada vez más sombrío.
En los ´60, muchos de los artículos que encontramos nombran al surgimiento de la televisión como uno de los factores más fuertes que hicieron que la historieta argentina entre es su época de agonía. Durante aquella época las editoriales comienzan a fundirse, dicen, producto de la revista mexicana y la tv. Es que dejando de lado el cine, ya que no es de consumo diario, refieren a que los nuevos hábitos permiten “un mundo en movimiento”. Aventuras en que el ojo veía correr, saltar, gritar y vivir mil peripecias divertidas o dramáticas a numerosos personajes. Y, no pocas veces, a color”.
Y aquellos tiempos donde comienza a ser furor la tv se extienden hasta hoy. La generación nacida entre 1978 y 2008 creció con un televisor en la casa. Y vivió el resultado del deterioro de la “industria del humor gráfico argentino” resumido en un desinterés por el género producto de la poca circulación que ha tenido desde aquellos tiempos de crisis. Poco a poco se fue naturalizando un medio tan efímero como la televisión, en el cual muchas veces la suma de sus tantas partes nos lleva a la nada misma. La historieta queda en su materialidad. Nosotras y la mayor parte de nuestra generación crecimos con otro tipo de intereses para el esparcimiento, de las historietas poco sabemos. Por supuesto no desconocemos a las “más famosas” de los autores más populares como Quino, Caloi o Fontanarrosa, entre algunos otros. Pero creemos que son una parte ínfima si comparamos con la cantidad de dibujantes que encontramos entre el ’40 y el ´50.
Entonces cabe preguntarnos si el contexto en el que se puede desarrollar hoy un artista de humor gráfico es la misma o acaso se parece a la de ayer. La respuesta es, a nuestro entender, que no. El mercado al cual se volcaría, en estos días tiene otros intereses, y todos sabemos que al no haber interés no hay consumo y al no haber consumo pocos se interesan por la comercialización de este tipo de producto. El resultado es que (como hablan en los videos añadidos al blog los “imaginadores”) los dibujantes no pueden trabajar en Argentina sino fuera de ella, porque no están dadas las condiciones para “vivir de la historieta”.
Sin embargo, no todo está perdido. Así como el avance de la tecnología (en el caso de la tv) hizo gran parte por sepultar a la historieta en soporte papel. Hoy por hoy, gracias a ésa misma tecnología; el surgimiento y la “democratización de internet” podemos disfrutar de autores de gran talento, siendo accesible para todos sus historietas, aunque eso signifique que el autor no pueda vivir de lo que hace, quizás sea una herramienta para hacerse conocidos y por fin poder publicar sus obras “chapadas a la antigua”.
Este trabajo muestra claramente la evolución del humor gráfico hasta el momento actual. Destacando a los nuevos artistas que forman parte de la cultura argentina que hoy en día influyen en la sociedad, como lo hizo la generación décima que destaca Wally en su libro. Si bien hay algunas diferencias con esta generación, porque actualmente las historietas o series animadas son influenciadas por ideologías o personajes internacionales y también destacan otro tipos de valores que no son los patrióticos o martinfierristas como lo hacía la generación décima. Mediante una introducción y una breve genealogía del humor gráfico argentino intentamos brindar los aspectos importantes para comprender dicha evolución. La entrevista y las notas periodísticas a los nuevos artistas de la generación actual nos muestran la ideología y los diferentes estilos de hacer humor gráfico que utilizan para desarrollar este producto cultural. Las recomendaciones para visitar algunos sitios de Internet, para ver videos o para visitar una exhibición forman parte de este blog para adueñarnos de su interés por el tema y conozca a los verdaderos artistas que actualmente no se los tienen en cuenta o no son reconocidos como realmente lo merecen. Elegimos este tema porque consideramos que se relaciona con la censura. El humor gráfico paso por etapas de censura que se lo denomino mano negra. En épocas de dictadura hubo muchas revistas de humor gráfico que desaparecieron y consideramos este factor junto con otros (como la tecnología)como el causante de la evolución del humor gráfico que lo ha llevado a dejar las revistas y a formar parte de series animadas, cortos o largometrajes. Sin lugar a dudas esto demuestra que el humor gráfico no ha dejado de existir sino que se ha mudado a otros medios de comunicación para adueñarse de las masas existentes.
Por Agustina
La censura, que tradicionalmente consistía en mecanismos más evidentes ha tomado formas más sutiles, vinculadas con condicionamientos financieros o de otro tipo. Hoy no tenemos libros ni personas prohibidas, no obstante, algunas veces las imágenes (o enunciados) que satirizan, ridiculizan. O realizan una crítica a distintas situaciones que podrían denominarse polémicas son denunciadas en los mismos medios o repudiadas en los discursos, incluso pueden acusar daño moral, y efectuar juicios por calumnias e injurias.
Pero el humor es un caso curioso ya que es una forma de entretenimiento y de comunicación humana, que tiene la intención de hacer que la gente no se sienta infeliz y ría así como también, constituye en un acto de purificación que permitiría evacuar la violencia, la frustración y el sufrimiento, como Freud a expuesto, es una de las mas evidentes manifestaciones del subconsciente, todo chiste tiene su parte broma y su parte verdad. Y es por ello que es un tema tan interesante. Su censura es complicada porque se puede argüir que es un chiste, pero como hemos dicho, deja aflorar ciertas miserias y heridas, y en un país como el nuestro, azotado por incontables crisis, esto se puede ver claramente, es por ello también que poseemos grandes humoristas. Y esto queda muy claro en nuestro trabajo. Jóvenes y no tan jóvenes han puesto a la vista y criticado tanto a la sociedad como a la política y aunque a veces nos vemos reflejados y nos sentimos un poco heridos, echamos una sonrisa. Aún así, esto no le alcanza a todos y los organismos oficiales, de una forma muy tenue, buscan eliminar esta forma de expresión.
La expansión de medios como Internet y la Televisión, han desplazado en cierta forma el humor gráfico. Pero esté ha logrado adaptarse, infiltrarse. Lo hace por medio de la animación, las páginas de Internet y los blogs. Y lo mismo ha ocurrido con el correr del tiempo con el Estado. Éste ha ido sofisticando el mecanismo de censura, y a medida que esto ocurre, tenemos que hacer más sofisticadas nuestras formas de prevención y defensa de esa censura.
Creemos que este trabajo no puede quedar acá. Todavía hay mucho más por ver y aprender.
Por Laura.
A modo de conclusión, tras haber analizado los diferentes archivos añadidos al blog, nos obligamos a abordar el marco histórico previo al surgimiento del humor gráfico en historieta argentino, en el cual se ha lucido la generación del ´40 y ´50, ésa misma de la que habla Wally en su texto. Este enfoque nos permitirá, quizás, entender algunas razones del por qué aquellas personas nacidas entre 1889 y 1902 encontraron una luz en el camino que permitió que brillaran o tuvieran más trascendencia que nuestros contemporáneos.
Hacia 1880 en Argentina comenzaba una transformación que tenía como objetivo la modernización del país llevada a cabo por la primera presidencia del general Roca. Ésta tuvo en cuenta para su proyecto el desarrollo urbano, la consolidación de la clase media, la alfabetización, la inmigración y el avance de una incipiente industria cultural. Se buscaba por aquellos años una “identidad nacional” que pareció haberse encontrado en el campo de los intelectuales argentinos. Hacia el “Centenario” la figura del inmigrante empezaba a valorarse negativamente para este proyecto a diferencia de años anteriores en los que se los veía como solución para poblar el desierto y cortar con la barbarie y el caudillismo rural, dentro de una clara estrategia por construir a la sociedad civil “desde arriba”.
Debido al buen resultado que tuvo el proyecto de alfabetización, muy pronto la lectura comenzó a hacerse más frecuente entre los habitantes de nuestro territorio. Esto trajo aparejado el crecimiento en el consumo de libros, diarios y revistas. En consecuencia, estos medios experimentaron una importante evolución y desarrollo tanto en su formato como contenido. Además los escritores que hasta ese momento no podían dedicarse con exclusividad al oficio, ya que no les redituaba lo suficiente y lo hacían como “pasatiempo”, comenzaron a abrirse camino hacia una “profesionalización” de su actividad.
Dentro de este contexto crecieron las gentes de la generación del ´40, inmersas dentro de una riqueza literaria y cultural a la que quizás las generaciones del futuro no hayan tenido la posibilidad de acceder debido a que la explosión que dio inicio a todo esto, en algún momento y por diversas razones, se apaciguó.
La historieta, en Argentina, fue el resultado justamente del avance en la “forma de contar” de los medios de comunicación de ése entonces. Se buscaba llegar a un público masivo (inexistente en tiempos anteriores) adecuando los gustos y preferencias del lector a través de diversas innovaciones. “Caras y Caretas” fue una de las primeras revistas en incorporar a la “historieta”, convocando a los mejores dibujantes del momento, y muchas otras siguieron con esta fórmula novedosa convocando a escritores que muchas veces pertenecían a los niveles más prestigiosos de la literatura que se relacionaban con el mundo del periodismo y los medios masivos.
Los dibujantes del ´40 se encontraron de esta manera con un gran mercado donde introducir sus obras. Adultos y niños volcaban gran parte de su tiempo libre a la lectura de revistas que por ese tiempo eran el único medio en el cual se podían ver reflejados. Esto favorece a que todo tipo de revistas reclute a traductores, guionistas y adaptadores tanto entre los ambientes más sofisticados así como también a una franja de escritores que se lanzan al mercado con expectativas y modelos mucho menos convencionales y prejuiciosos que los que se habían establecido hasta el momento. Es decir, los creadores de la “literatura dibujada” encuentran espacios de sobra para expresar su arte.
Sumado a ésto, Argentina durante la década del ’40 experimenta un crecimiento significativo en su industria cultural producto de la decadencia que sufre la editorial española devastada por la guerra civil. Entonces la historieta nacional no sólo es consumida dentro del territorio sino también que excede sus fronteras siendo consumida y convirtiéndose en líder absoluta del mercado latinoamericano. Por primera vez, su comercialización produce divisas y es tomada como un producto importante de exportación.
Sin embargo, a pesar de haber sobrevivido a las censuras que todo gobierno de facto trae aparejado (1930), toda aquella “época de oro” comienza a decaer como consecuencia de una recuperación del mercado español y el surgimiento de, hasta ése entonces, una incipiente editorial mexicana. Todo esto ocurre a final de la década del ’40 donde empieza a revertirse uno de los grandes tiempos de la historieta, perdiendo en forma paulatina pero firme lo que se había logrado cosechar.
Lo interno tampoco colaboró sino que ayudó a una pronta asfixia de la editorial argentina, hubo aumento en los costos editoriales, falta de materia prima, falta de divisas para pagar derechos de autor y serios inconvenientes derivados de los regímenes de exportación vigentes que dificultaron el establecimiento de depósitos externos y para reexportar mercadería.
En el ámbito social la gente comenzó a incorporar a sus vidas otros modos de esparcimiento que a medida que pasó el tiempo fueron haciéndose más constantes y desplazaron a los “viejos modos” casi inevitablemente. Los nuevos gustos por los productos culturales que iban surgiendo dieron lugar a que el foco cambie de ángulo, entrando la historieta en un espacio cada vez más sombrío.
En los ´60, muchos de los artículos que encontramos nombran al surgimiento de la televisión como uno de los factores más fuertes que hicieron que la historieta argentina entre es su época de agonía. Durante aquella época las editoriales comienzan a fundirse, dicen, producto de la revista mexicana y la tv. Es que dejando de lado el cine, ya que no es de consumo diario, refieren a que los nuevos hábitos permiten “un mundo en movimiento”. Aventuras en que el ojo veía correr, saltar, gritar y vivir mil peripecias divertidas o dramáticas a numerosos personajes. Y, no pocas veces, a color”.
Y aquellos tiempos donde comienza a ser furor la tv se extienden hasta hoy. La generación nacida entre 1978 y 2008 creció con un televisor en la casa. Y vivió el resultado del deterioro de la “industria del humor gráfico argentino” resumido en un desinterés por el género producto de la poca circulación que ha tenido desde aquellos tiempos de crisis. Poco a poco se fue naturalizando un medio tan efímero como la televisión, en el cual muchas veces la suma de sus tantas partes nos lleva a la nada misma. La historieta queda en su materialidad. Nosotras y la mayor parte de nuestra generación crecimos con otro tipo de intereses para el esparcimiento, de las historietas poco sabemos. Por supuesto no desconocemos a las “más famosas” de los autores más populares como Quino, Caloi o Fontanarrosa, entre algunos otros. Pero creemos que son una parte ínfima si comparamos con la cantidad de dibujantes que encontramos entre el ’40 y el ´50.
Entonces cabe preguntarnos si el contexto en el que se puede desarrollar hoy un artista de humor gráfico es la misma o acaso se parece a la de ayer. La respuesta es, a nuestro entender, que no. El mercado al cual se volcaría, en estos días tiene otros intereses, y todos sabemos que al no haber interés no hay consumo y al no haber consumo pocos se interesan por la comercialización de este tipo de producto. El resultado es que (como hablan en los videos añadidos al blog los “imaginadores”) los dibujantes no pueden trabajar en Argentina sino fuera de ella, porque no están dadas las condiciones para “vivir de la historieta”.
Sin embargo, no todo está perdido. Así como el avance de la tecnología (en el caso de la tv) hizo gran parte por sepultar a la historieta en soporte papel. Hoy por hoy, gracias a ésa misma tecnología; el surgimiento y la “democratización de internet” podemos disfrutar de autores de gran talento, siendo accesible para todos sus historietas, aunque eso signifique que el autor no pueda vivir de lo que hace, quizás sea una herramienta para hacerse conocidos y por fin poder publicar sus obras “chapadas a la antigua”.
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