A modo de introduccion

Iniciamos el trabajo práctico que tendrá como eje principal a la censura vista desde otro ángulo y no desde el lugar común en el cual suele identificársela como un mero mecanismo de reivindicación al periodista.
Tomamos como punto de partida al texto de Juan Waldemar Wally, Generación Argentina de 1840, Grandeza y frustración. En él, el autor describe a una parte de los nacidos entre 1888 y 1902 como la fuente de mayores riquezas individuales de la historia argentina. Estas diferentes personalidades (políticos, artistas, escritores, pensadores) vivieron en una época de revalorización de las raíces culturales, transformación económica profunda y tenían como valor máximo a la justicia social. No obstante, la “generación de oro” no llegó a completar su ciclo histórico, su obra ha quedado trunca, según Wally, por los grandes sucesos ocurridos entre los años 1954 y 1955 que han marcado el quiebre de ésta por casi tres décadas.
Y justamente pasadas esas tres décadas es el período que tomaremos para analizar y comparar la labor realizada por la generación citada anteriormente y la de los nacidos entre 1878 hasta nuestros días.
Entre el gran abanico de áreas de actividades que ejercieron estas personas pondremos el foco en los artistas que expresaron su obra a través del humor gráfico ayer y hoy.
Recopilamos una serie de textos, videos y otros materiales alrededor de los cuales volcaremos nuestra opinión y conocimiento.

lunes, 20 de octubre de 2008

Las mujeres en la historieta

LA HISTORIETA DE LAS MUJERES

Por Juan Sasturain*

En las historietas norteamericanas de los años `20, una de las mujeres representativas era Blondie, la que nosotros conocemos como protagonista de Lorenzo y Pepita. Desde ese tiempo hubo muchas chicas de historietas y una larga tradición de personajes femeninos, definidos más por la condición de niñas que por su sexo. Probablemente la más famosa fue Annie, la huerfanita. Este fue un típico novelón con una estructura narrativa propia del folletín melodramático, portadora de una ideología muy particular, conservadora y norteamericana. Dentro de las historietas de aventura, figuran las heroínas, que eran las compañeras de los superhéroes: la novia de Superman y la bella novia del Príncipe Valiente. Pero, sin duda, la gran heroína es la Mujer Maravilla. Durante este siglo no hay que olvidarse de Betty Boop, que no viene de la historieta sino del dibujo animado. Es un personaje muy sexy que tiene como característica principal su cabeza, que es un dibujo caricaturesco, en oposición a su cuerpo realista. Es la inocencia sexualmente atractiva. Dentro de las historietas argentinas, por ejemplo en Patoruzú, hay un mundo absolutamente masculino donde la mujer no tiene intromisión. Las únicas que existen son las viejitas que le piden plata para beneficencia; La Chacha, por ejemplo, que es una madraza asexuada. Después de un tiempo aparece la hermana de Patoruzú: Patora, un muy lindo personaje, una fea impulsiva y enamoradiza que se arroja sobre los hombres. Las minas que aparecen con Isidoro son intercambiables, no protagonistas. El gran introductor de la mujer en la Argentian fue Divito, que hizo Las chicas de Divito, que son gráficamente espectaculares, muy altas, bellas y superficiales. Los personajes más recordados de Divito fueron: Pochita Morfoni, la gorda que se comía todo; Gracielita, una nena malvada y Doña Tremebunda, una nena malvada y Doña Tremebunda, una mujer hombruna y fortachona. Lino Palacios también creó un personaje muy particular: Ramona, la sirvienta gallega y bruta. Mafalda es una chica inteligente queencarna la intelectualidad, el progresismo ideológico. Aunque yo me quedo con La Pequeña Lulú, que fue una de las historietas más hermosas del mundo, un personaje extraordinario. No sólo por ella sino por todo el mundo que la rodeaba con personajes muy inteligentes y atractivos.
* Escritor
Fuente: Los personajes y los hechos que hicieron historia, Tomo 2 “Mujeres Inolvidables”, Editorial Gente

3 comentarios:

Censyhum dijo...

Analizando un poco el texto, podemos notar que en la historieta argentina de los años 20 no se observaba gran presencia femenina, en todo caso, si estas aparecian tenian una personalidad que a nuestro entender es negativa (la mujer es una especie de objeto sexual, lujurioso)o totalmente asexuado (madre, abuela depositaria de algun tipo de experiencia).
El comic norteamericano, pareceria hasta mas liberal, al tener heroinas con valores positivos y heroicos.
El denominador comun: la belleza (no Patora).
Podriamos decir que el rol de la mujer ha evolucionado a lo largo del tiempo aunque quedan reminiscencias de los personajes. Mafalda comienza el cambio, pero todavia hay una Susanita(que siempre la habra). Los personajes de Maitena tienen otro tipo de mujeres, mujeres mas reales con virtudes y miserias. Otras conservan el rol de compañeras como Tatiana en "Yo, Matias" o las gata de "Gaturro"... En las nuevas versiones de humor grafico de internet, las mujeres cumplen el mismo rol que en "Isidoro" en los cortos de "El mono Mario", pero tienen protagonicos como en "Alejo y Valentina"
Creemos que las mujeres han sufrido una especie de censura de alguna forma al negarsele una participación adecuada, sin embargo poco a poco se va superando...

Censyhum dijo...

Se lo podria poner como que antes habia censura a las mujeres en el humor grafico y despues adquirieron importancias gracias a Quinterno, Divito y Quino

Censyhum dijo...

Coincido totalmente con Sasturain, al principio la historieta argentina pertenece a un mundo masculino. Esto habla también de la época y el lugar que tenía la mujer en la sociedad. Por eso considero que este texto refleja una censura implícita de la mujer en el humor gráfico. Con el paso de los años la mujer fue obteniendo un nuevo rol social y esto la llevo a formar parte del humor gráfico que satiriza sobre los aspectos políticos, económicos y sociales. Aunque se observa claramente que los artistas gráficos no reflejan la femeneidad de las mujeres sino en sus actitudes o rasgos reprochables. Por eso creo que los caricaturistas no consideran a las mujeres intelectuales y decidieron elegir a la inocencia infantil de Mafalda o La Pequeña Lulú para mostrar esa inteligencia que en la mujer de esa época no encuentran